jueves, 29 de julio de 2010

La fiesta Nacional

Hace años, por motivos de trabajo, tuve que asistir a una corrida de toros; para que negarlo, estaba ansioso por ver como era eso de la “fiesta nacional”, ya que por la televisión todo parecía muy pomposo y bonito.

Nada mas llegar, pude ver el ambiente que se respiraba, era el típico de fiesta, aunque un poco extraño, ya que por Asturias, el ambiente festivo dista un poco del que se respiraba en la plaza. Mas bien, es como si se intentase imitar esas tardes de domingo de la Maestranza, donde el toreo es poco menos que una religión, en resumen, se veía todo un poco forzado (a mi entender, claro).

Después de una razonable espera, saltan a la arena cual gladiadores, unos cuantos toreros (disculpen mi tremenda ignorancia del tema, ya que solamente asistí en esa ocasión, y desconozco por completo la jerga taurina).

Iban todos tiesos como velas, regocijándose en los aplausos, y con cara de satisfacción mas que de concentración. Saludaron al público, y se retiraron.

Siempre he pensado que los toros de lidia, son mas pequeños que los que estamos acostumbrados a ver por Asturias, y la verdad, son un pelín mas pequeños, pero no demasiado.


Puedo ver como el torero se pone en el centro de la plaza a esperar al morlaco, cuando de repente sale un pedazo de animal enorme galopando como loco, y nada mas llegar al centro, se para y se pone a mirar alrededor, como si le resultase extraño todo. El torero, viendo que el toro se para, lo azuza con el capote (uno grande, no el pequeñito que se usa cuando lo matan) y este embiste sin pena ni gloria, para luego darse una vuelta por la arena para ver lo que estaba ocurriendo.

Después de unos cuanto quites, sale el caballo con el picador. En la tele parece algo pequeño, pero la punta de la lanza que utiliza es muy grande, y cuando este arremete contra el caballo, el picador lo ensarta fuertemente. Desde la televisión no se aprecian muchos detalles, pero en ese momento fue cuando comencé a sorprenderme.

El bramido que soltó aquel animal, me puso los pelos de punta, y en cuanto le sacó la “lanza” comenzó a brotar un chorro de sangre como si de un grifo se tratase.

Después llegaron las banderillas, que para el que no lo sepan, la punta es como una mano de larga, y al final termina con la forma de un anzuelo del tamaño de un dedo meñique.

En fin, salta el de las banderillas, y le pone un par de ellas y se pudo apreciar perfectamente, como la sangre le salpicó en la cara al clavárselas, como si pegásemos una palmada en una mesa después de derramar un vaso de agua.

Todo me estaba pareciendo excesivo, y sobre todo, cuando miraba a mi alrededor y veía a la gente gritando como una posesa disfrutando de toda aquella sangre.


El animal no paraba quieto ni un minuto intentando quitarse las banderillas, pero en cuanto agitaba su lomo para poder desprenderse de ellas, ya tenía a otro del otro lado con otras, estas de los colores de la bandera de Asturias, para que quedase mas bonito.

En un momento dado, se le calló una banderilla, y por culpa de el acto de palanca que hizo esta, se podía ver como se colgaba un trozo de carne, mientras sangraba a borbotones.

Mas tarde (era el momento del matador), aparece completamente altivo y orgulloso, un mozalbete de unos veintipocos años, delgado y espigado, que con unos movimientos chulescos, azuzaba al toro para que envistiese.

Después de unos cuantos pases, llegó el momento de la muerte, y la verdad que fue lo que me dejó impresionado para siempre.

Yo estaba al lado de la barrera, y el torero en el centro de la plaza. Al intentar matarlo, no le clavó el estoque entero, y la espada salió volando, imaginaos el efecto visual de una espada pegando en hueso y saliendo disparada. El animal bramaba sin parar, mientras iba tosiendo sangre cada poco; el lomo del toro negro como el azabache, se tornaba poco a poco, en una brillante capa de sangre caliente que emanaba vapores que se podían apreciar perfectamente.

El toro completamente ahogado, tomaba el poco aire que podía coger, mientras el matador se preparaba para su segundo intento.

En esta ocasión acertó, o por lo menos la clavó hasta el final, y el toro después de dar unas cuantas sacudidas al aire, se vino para donde estaba yo a tumbarse y buscar la muerte apacible, que tres hombres no le dejaban tener, ya que estaban constantemente azuzandole con el capote.

Tenía al toro a menos de dos metros de mi, hincado de rodillas e intentando respirar sin apenas poder conseguirlo, la escena era dantesca, de su espalda, lo que era un brillo de sangre, se transformó en un continuo fluir, como si alguien le hubiese abierto el grifo; era increíble, no paraba de salir sangre, litros y litros...

Era sorprenderme ver como este animal bramaba una y otra vez de una manera aterradoramente desesperada, unos bramidos que se podían escuchar en toda la plaza.

Poco antes de su muerte, el indefenso animal, vomitó un par de litros de sangre mientras el público aplaudía al niñito espigado que se regocijaba en el centro de la plaza.


En ese momento, fue cuando me convertí en un antitaurino declarado.

No pongo ninguna foto ni vídeo, porque son bastante fuertes, aunque lo triste, es que todos los que están a favor de las corridas de toros, solamente ponen imágenes del precioso animal corriendo por la dehesa, y no las de las bocanadas de sangre que expulsan en su agonía.

P.S. Solamente quise explicar mi experiencia


Un saludo.


31 comentarios:

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

A mi no me hizo falta ir a una plaza de toros para ver una corrida in situ para que no me gusten la corridas, ya es bastante desagradable por la TV. Me da bastante repelús ver que a un gato lo atropelló un coche y sus sesos están desparramados por el asfalto, algo que vi hoy viniendo por la mañana desde casa al tajo. Pero sobre gustos no hay nada escrito, yo opto por no ver las corridas y espero no tener que ir nunca.

Anónimo dijo...

Mira xico los toros se viven o no. Es una experiencia subjetiva. Yo no voy pero hubo un tiempo que me llevaba mi padre. El era aficionado alguna vez fui al hotel a ver vestir al diestro, a atarse los machos, he estado en el callejón con ellos y con las cuadrillas y te garantizo que hay miedo. Los aplausos no se oyen. Un momento de oración la capilla de la plaza la virgen/es o le cristo/s del que son devotos. Una mirada de reojo a la enfermería uf el mal fario.
En cuanto el toro es un animal criado para eso, como la yegua criada para correr que pierde los pulmones en una curva como el pollo hinchado de hormonas, para que sea rentable en un mes, sufre menos el cerdo indefenso que una vez atontado con una descarga eléctrica, es colgado por una pata desangrado, chamuscado con unos sopletes que le rodean y despiezado en unos 15 minutos aun palpita la carne. Al toro se le da la opción de pelear es su instinto. Al resto de animales no.
Puede que sea cruel y salvaje... puede. Pero de todas las cosas que decís los no taurinos la que mas me duele es que calláis, que en esa situación un hombre puede morir. El hombre lo sabe y lo acepta. Eso es lo que hace grande a la fiesta. O la hace una animalada. Sería bueno que alguna vez los anti-taurinos defendiesen al hombre. Puede que entonces creyese en vosotros.
Darío

Johnny dijo...

Te entiendo José Enrique, pero no fue una opción estaba trabajando, y nunca lo había visto, aunque la verdad, nunca me había dado igual hasta que lo ví en persona.

Gracias por el comentario.

Johnny dijo...

diariodiario, a aprte de que los toros se viven o no, tambien hay muchísimas personas que no lo "viven" como tu dices, sino que se lo toman como un espectáculo, vamos, como el cine; un lugar donde vas a pasar el rato entreteniéndote, porque siguiendo el simil cinéfilo, tambien hay personas que lo viven y que van a ver la película dentro de una perspectiva mas profesional o cultivada.

En cuanto al toro de lidia, tienes razón, es un animal criado para ello; pero porque los que quieren hacer negocio con ellos así lo entienden, ni mas ni menos.

Por esa regla de tres, también hay razas de perros que estan criados para la lucha, pero porque los que los crian estan interesados en hacer negocio con ellos.

Otra cosa que no es comparable, es la utilización de animales para la alimentación, que por lo menos es un fin mas razonable. Los matamos para comerlos, pero no llenamos una plaza y cobramos entrada para ver como degollamos a un cerdo ni lo televisamos.

""Puede que sea cruel y salvaje... puede"" dices, entonces lo admites y solamente lo justificas posteriormente.

""Pero de todas las cosas que decís los no taurinos la que mas me duele es que calláis, que en esa situación un hombre puede morir. El hombre lo sabe y lo acepta""

Exacto, el hombre acepta sus riesgos, pero el animal no puede, a parte de los pingües dividendos que les reporta la corrida, ya que lo que le espera al animal, es una muerte lenta y dolorosa, extremadamente dolorosa.

Personalmente que un torero tenga un accidente o muera en el ruedo, es algo que ni me va ni me viene, ya que como bien has dicho, el es el que decide si sale o no al coso, es muy facil, si no sales, no mueres y todos tan contentos, pero claro... si no sales, no puedes ganar esos millones que ganan (la verdad que unos pocos eso si).
¿¿¿Y que mejor manera que evitar muertes en las corridas de toros que prohibiéndolas??? si no hay corrida, no hay muertes.

No confundas el mirar por la vida de el "hombre" con el evitar que se comercialice con el sacrificio público de un animal.

Gracias por el comentario.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

De nada Johnny, por eso te digo que espero no tener que ir ninguna vez, no obstante, aunque pueda pensar lo contrario Diariodario, yo respeto al que le gusta y no soy partidario de la prohibición.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Johnny diariodario también dice algo que es cierto que es que al toro de lidia le dan la oportunidad de defenderse, aunque en la mayoría de las ocasiones fracasa, pero en las que consigue acertar, bien que mata o hiere al torero.

De tener que elegir prefiero la corrida de toros a otros espectáculos en los que el toro es linchado a morir por una turba de gente. En las corridas, el matador se enfrenta sólo con el toro, salvo que acabe en el suelo en el que la cuadrilla distrae la atención del toro; los banderilleros van de uno en uno; y el picador va solo. Personalmente es desagradable pero la pelea es mucho más justa.

Johnny dijo...

¿Y cual es esa manera de darle la oportunidad de defenderse?

Nada mas salir lo pican y lo ensartan con banderillas para mermar sus fuerzas para poder enfrentarse de "tu a tu" como ellos dicen con el torero.

¿Por qué se molestan en hacer mas brava una raza si luego merman sus facultades?

Y otra cosa, me parece igual de mal las fiestas del toro envolao y demas bestialidades, con uno no quito lo otro.

Que por cierto, también estube en una fiesta de esas y me quedé alucinado, hasta los niños participaban en una fiesta en la que el toro acababa con los ojos calcinados por el mero hecho de entretener a cuatro borrachos.

Johnny dijo...

Por cierto, imagináos que yo me voy a enfrentar a Tyson, pero durante el combate salen unos cuantos antes que yo a partirle la cara, luego voy yo y me peleo con él.

Pues la pelea ya no es justa, ya que en condiciones normales el tío con una mirada me tumba, y de esta manera igual no.

Eso de pelear de tu a tu, para mi no es mas que un mito.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

¿Te atreverías a ponerle una banderilla al toro? ¿Tendrías el valor de hacerlo?

Y mal no se defienden cuando las cornadas que dan son de aupa que han conseguido quitarle la vida a más de uno, pese a que le han debilitado previamente.

¿Debilitaron al toro que pegó una cornada al que le perforó el paladar? Si no se podía defender, ¿cómo narices consiguió tal tamaña proeza? O cualquiera de las cornadas que recibió José Tomás, ¿le debilitaron mal al toro? No creo que haya ningún torero en España que no tenga en su cuerpo cicatrices ocasionadas por asta de toro.

Y el ejemplo que pones de Thyson, para que valiera tendrían que debilitarlo uno a uno personas como tú permitiéndole que lleven una navaja, para que el enfrentamiento no sea tan desigual.

Johnny dijo...

Vamos a ver, ¿para que pensáis que son las banderillas y las lanzadas del picador? pues para debilitar al animal, o en verdad piensas que según sale el toro con cuatro capotazos se le puede matar de una estocada; vamos hombre,que si no le hacen eso, no se podría matar de la forma en que lo hacen.

Si perder litros de sangre no provoca un debilitamiento notable...

Lo que está claro, es que es un animal con mucha fuerza, y el ser humano no puede físicamente con él, por eso una cornada, por debil que sea por parte de un toro bravo, puede matar a un hombre.

El ejemplo con tyson sería en efecto mas acertado según lo cuentas tú, imagínate que vamos cinco uno detrás de otro pegándole navajazos... pues eso, el último tendría las de ganar siempre.

Y no, no me atrevería a ponerle una banderilla a un toro, porque ni me gusta ni estoy preparado para ello.

Isaak dijo...

José Enrique, con todos los respetos, creo que tampoco hay mucha gente capaz de propinarle una patada en los huevos a un elefante macho de diez años y, sin embargo, está terminantemente prohibido darles muerte.

Si existen reservas de territorio para osos pardos, gacelas tompson y luciérnagas de Mongolia, qué impide tratar al toro hispánico de igual forma.

En cuanto a la libertad, todos los presentes en una corrida asisten libremente. Todos excepto uno.

¿Me permite mi libertad puyar, banderillear y dar muerte a cuchilladas a un perro, un gato, o un caballo, si son de mi propiedad?

Abrazos, Johnny.

calimeroesmalo dijo...

Las banderillas que clavan a los toros están hechas para que el animal se desangre y se debilite por la perdida de sangre y respecto al comentario de Dario sobre animales criados para ello, me recuerda a una discusión que tuve sobre el Corán con un tipo del barrio que me decía que el Corán respetaba a la mujer y se puso a explicarme las lapidaciones.
Resulta que en las lapidaciones se entierra a una mujer, se hace un corro ( presentes hasta niños) y ¡ Comienza la fiesta!
Pero claro si sale del agujero en el que está enterrada hasta más arriba de la cintura y avanza unos metros logra su libertad.
Estas mujeres van a tener el mismo status quo que le dais a los toros, solo sirven pa acabar así.
¿ A que viene esta gilipollez?
A lo mismo que habeis comentado de que al toro se le brinda la misma oportunidad de defenderse y herir y matar al torero.
¡ No creo que a los toros que mataron a Paquirrí y a Manolete los sacasen en brazos y con las orejas y el rabo de los toreros!

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

#johnny# Por lo que se ve, hay que estar preparado para ponerle una banderilla a un toro, a parte de unos buenos c.

Si no pusieran banderillas a los toros ni el picador le picase, la batalla entre el matador y el toro la ganaría siempre el animal, y aun debilitado, pega unas buenas cornadas que, en ocasiones, son mortales.

Por otra parte, si vas uno a uno contra Thysson y cada uno de ellos con una navaja, muy probablemente desarmaría a cada uno de ellos a base de guantazos, así que ninguno saldría bien parado por mucha navaja que llevase.

#Isaak# Con todo el respeto, las vacas son sagradas en la India y aquí las comemos. Quiero decir con esto que aquí muchos elefantes no hay, salvo en los Zoos, que, de todas maneras, es una crueldad ya que el elefante es un animal salvaje en cautividad, por el que se paga una entrada para que la gente lo pueda ver. Es mucho menos cruel que una corrida de toros, pero no quita que no lo sea.

En cuanto a la libertad del toro, ¿el toro es un animal racional? Creo que no por lo que no pueden decidir si están en un sitio o en otro, sólo actúan de acuerdo con su instinto. Algunos toros, los más bravos, entran al trapo en la provocación, y los mansos son devueltos.

Los perros, gatos y caballos no son criados para torearlos, les tenemos señalada otra función. En Corea, por ejemplo, comen perros.

Alfonso dijo...

La evolución de la humanidad es una suma de individualidades. Y cada uno ha de ser consecuente con el nivel de concienciación en el que se encuentra.

Me explico: Durante el imperio romano era lo más “natural” del mundo asistir a espectáculos donde la gente se mataban unos a otros por el mero hecho de divertir a un público asistente. Los contendientes eran seres humanos, si, pero como esclavos que eran aquellos gladiadores estaban condenados a ese fin y para ello se preparaban. O matas, o te matan. Nadie ponía objeciones, salvo, imagino, algún que otro humano de conciencia avanzada que ni aceptaba ni soportaba la barbarie de tales practicas. Los menos, sin duda.

Hoy, eso es impensable, incluyendo a los más acérrimos aficionados taurinos, que ni sienten ni padecen cuando se pica, banderillea, estoquean y apuntillan a un toro, pero que serian incapaces de aceptar, en su totalidad, de que ese espectáculo sangriento fuese protagonizado por seres humanos.

Demos un salto amplio en la historia y recorramos mentalmente como el ser humano ha ido “suavizando” su capacidad de infringir daño, en general, a través de leyes y prohibiciones que han ido calando en el subconsciente colectivo hasta convertirlo en norma. Estoy seguro que nadie de los que me lee es capaz de matar a cualquier animal a sangre fría. Sin embargo, sigue habiendo muchas licencias de caza, aunque cada vez menos.

No hace mucho, por ejemplo, en los centros policiales, los malos tratos y la tortura sin ambages eran moneda corriente sin que nadie se extrañara o escandalizara por ello. Si, de acuerdo, cuatro gatos, pero no el clamor popular de rechazo que hoy supondría la impunidad de tales practicas.

Pues, amigos míos, con los toros pasa lo mismo. Todo depende de cada uno de nosotros y de lo que su conciencia le dicte. Si yo considero que es una salvajada torturar de esa manera a un animal, por mucha tradición cultural que tenga, y por mucho “arte” que se le quiera aplicar, no dejara de ser lo que mi conciencia determine en función de mi propia evolución. Hace 50 años eran cuatro gatos los que tímidamente, y a titulo individual, se oponían a la fiesta de los toros, y eran mirados como bichos raros. Hoy, ya hay dos comunidades autónomas que las han prohibido con el apoyo de un amplio consenso social. Dentro, quizás, de otros 50 años, las corridas de toros hayan desaparecido totalmente y los hábitos alimenticios de los seres humanos no se basen tanto en la proteína animal.

Del modo que sea, la evolución humana, con sus fallos y defectos, es una realidad pujante y dinámica, en todos los sentidos. Y eso, somos capaces de interiorizarlo cada uno de nosotros por si mismos. Hay quien, conduciendo, es capaz de tener la mala leche de intentar atropellar a una paloma que esta sobre el asfalto. No faltan desalmados en ese sentido. Pero somos legión los que no solo tratamos de evitarlo aun a riesgo de alguna comprometida maniobra, sino que si fatalmente lo hacemos sin querer no podemos evitar un sentimiento de angustia por haber sido causantes, aunque involuntariamente, de una muerte inútil. Y esa es la diferencia.

La muerte de un toro en la plaza es una muerte inútil, además de macabra. Sobre todo si esa muerte sirve para el regocijo de un publico enfervorecido. Y, en ese ejemplo, meto todas las demás prácticas con otros animales, pero con fines parecidos. La muerte premeditada de otro ser no debería entretener a nadie. La muerte solo es útil cuando proporciona vida, según las leyes de la naturaleza. Lo demás es crueldad.

Saludos.

calimeroesmalo dijo...

¬¬ lo que yo trataba de decir pero con mejores palabras, jajajaja gracias Alfonso :)

Johnny dijo...

La verdad es que se expresa de lujo si señor!!

Aprende Cali jajaja

Un saludo a los dos.

P.S. yo tambien tomare nota jeje

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Sigue habiendo deportes que son violentos entre hombres, no es que se haya sustituido la violencia entre hombres por luchas con animales. Como le dije a Johnny en mi blog, el boxeo, deporte olímpico, cuyo objetivo es dejar KO al rival, o, en su defecto, pegar el mayor número de golpes al rival para conseguir el mayor número de puntos. Pero existen deportes de lucha mucho más agresivos que el boxeo, y si siguen existiendo es porque hay gente que le gusta.

También se habla de que 2 CCAA han prohibido las corridas de toros, la última en hacerlo sigue admitiendo los correbous y la segunda, que nunca tuvo tradición taurina, sigue siendo legal la pelea de gallos, que es lo tradicional en las islas afortunadas. ¿Esto se puede llamar coherencia? Pues, lo siento, pero, en mi opinión, no.

Creo además las prohibiciones son contraproducentes, y, sobre todo, en nuestra sociedad, porque puede conseguir un efecto contrario ya que puede conseguir más aficionados por reacción a una prohibición. La mejor manera de conseguir erradicar de nuestra sociedad las corridas es el paso del tiempo. Ahora a los jóvenes, salvo excepciones, no les gusta, y los jóvenes acabaran sustituyendo a los que les gusta por ley de vida.

Johnny dijo...

El hecho de que "existan porque hay gente a la que le gusta", no quiere decir que sean disciplinas que no se deban prohibir.

Yo tampoco veo lógico, que se permitan las peleas de gallos y se prohiban las corridas de toros, lo que yo creo es que se deben prohibir las dos.

Me gustaría que vieses ciertos combates de la UFC y ya me contarás.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Pero se puede ver la hipocresía que existe en nuestra sociedad. Existe una campaña contra las corridas de toros sin embargo nadie dice nada con respecto a otras disciplina. Por ejemplo, en las mismas Islas Canarias se prohibieron las corridas pero es absolutamente legal, por tradición, la pelea de gallos. O en Cataluña con los correbous.

Lo que sí te digo es que ya está bien de prohibir, que nos pasamos toda la vida prohibiendo hacer cosas a los demás. Por ejemplo, a mi no me gustan las corridas de toros, el boxeo, la lucha definitiva, las peleas de gallo, pero no voy a ser quién diga que se deben prohibir principalmente porque mis ideas y mis gustos no están por encima de los de nadie. El límite lo establezco en el respeto a la vida humana y a los derechos de los demás, nadie debe estar por encima de los demás, no obstante si hay algún suicida que guste de practicar actividades peligrosas allá su conciencia. Otro límite son los actos de cobardía, a mí los matones me repatean.

Johnny dijo...

Estoy completamente de acuerdo en que son unos hipócritas, porque tanto derecho tienen los toros de las plazas como los toros embolados y demás.

Pero me parece lógico que en la sociedad deba haber prohibiciones, porque todo derecho está sujeto a un deber y toda la libertad debe tener algunas prohibiciones, eso si, no prohibir por el mero hecho de mandar.

Sin embargo hay una pequeña diferencia entre el boxeo y demás deportes de lucha. En estas disciplinas participan dos personas que voluntariamente se prestan al combate y saben las consecuencias de este, y los toros no; simplemente son sacrificados con florituras.

Otra cosa, en los combates de boxeo e incluso en los de la UFC (que son muchísimo mas fuertes), no se busca matar a tu oponente, aunque siempre hay accidentes.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

En todas las sociedades deben haber prohibiciones pero siempre dentro de lo razonable, lo que no podemos es entrar en la senda de prohibir lo que no le gusta a uno.

Por otra parte, bien es cierto que el hombre es el unico animal racional del mundo, pero de allí a decir que los animales no sepan dónde están los peligros va un trecho. Bien es cierto que lo llevan a la plaza sin pedir su consentimiento, como también ocurre cuando llevan a los animales salvajes a los zoológicos para exhibirlos al público, provocándole estrés por el viaje y por nueva situación. Es verdad que no se les mata, pero se les priva de su medio natural. Pero volviendo a los toros, en su naturaleza está el actuar con agresividad, así que si le torean el animal responde. Otros animales, aunque sean carnívoros cuando se ven en inferioridad, dan la media vuelta. Por ejemplo si una leona está sola y ve cerca a unas cuantas hienas o ve sólo a la matriarca creyendo que cerca están las demás, se marcha dejando incluso la pieza que ha matado, por el mero instinto de superviviencia. Si el toro ataca en el coso taurino es porque cree que puede salir vivo de allí, porque obviamente se ve más fuerte que los hombres.

Lo de los otros espectáculos violentos entre hombres, bien es cierto que no buscan la muerte del contrincante, pero si demuestra que hay gente que le gusta ver violencia.

Johnny dijo...

Les gusta ver violencia y sangre, al igual que los que van a una plaza de toros y me parece del todo razonable, que se prohiban los ensañaminetos y escarnios que se hacen a los toros en las plazas, aunque completamente hipócrita, por no hacer lo mismo con los toros envolados y demás.

Por cierto, aunque el toro vea el peligro en la plaza, no tuvo ninguna oportunidad de no saltar al ruedo, ya que pones como ejemplo lo de la leona, esta si puede darse la vuelta e irse.

Otra cosa, uno es que se vean en inferioridad de condiciones, y otra muy distinta, que se vean acorralados; en ese punto, cualquier animal salvaje muere matando.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Puede que, al final, mueran intentando matar, pero al principio cuando entra en el coso lo suele hacer de manera agresiva. Entran a saco porque ven al torero, que es mucho más débil que él haciendo chorradas con el capote. Creo que si se sintieran en peligro tendrían que meterlos a la fuerza, se defendería para no entrar. Y una vez dentro no entraría al trapo con tanta facilidad, no le tienen ni que ir a por el animal. Sacan el capote y pone los cuernos en dirección a él y las patas van detrás de él. Su comportamiento es mucho más ofensivo que defensivo, si lo comparas con los ñus o los búfalos cafres cuando está siendo atacado por los leones.

Johnny dijo...

En primer lugar, creo que entran completamente desconcertados, mirando a todas partes sin saber que es lo que ocurre, y claro, si ven a un tío que los azuza... pues piensan que los estan provocando, no hay mas que ver, que nada mas llegar, miran para todos lados sin comprender nada, luego dan una embestida como quien no quiere la cosa y siguen dando vueltas al coso para ver que es lo que ocurre, luego si, a tenor de las provocaciones del torero, pues claro, van a embestir.

Y por cierto,sí los meten a la fuerza en la plaza. O no ves el juego de puertas que tienen para ir cerrando una y abriendo otra para que no les quede mas que una salida.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Es verdad que salen desorientados, pero de todas maneras no atacarían si creyesen que su vida corre peligro. Ante todo el instinto de supervivencia.

En cuanto a las puertas, exacto abren unas y cierran otras como los establecimientos penitenciarios, pero no me acuerdo de que nadie les eche de allí, bien es cierto que ven una salida y luego ven la luz al final del tunel.

Pero lo que tienes que estar de acuerdo es que no todos los toros acaban siendo lidiados en la plaza, porque son los considerados mansos. Los mansos no dan juego y por eso los devuelven.

Johnny dijo...

Bueno, a parte del instinto de supervivencia, los toros son animales muy territoriales, y tienen como una amenaza, que nadie entre en su territorio.

El toro que sale a la plaza, está considerado como un macho alfa y por consiguiente, el jefe de la manada, y como seleccionan a estos, pues eso, quieren mantener las distancias, y si no pueden, pues atacan.

Y en efecto, solamente seleccionan a los mas agresivos.

José Enrique, para sacarlos de los toriles, utilizan unas baras si es que el toro no quiere salir.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Y si se equivocan llevando a un manso, lo retiran.

Me comentas que son territoriales, cosa que es cierta, pero no crees que aunque estén desorientados deberían saber que ese no es su territorio.

Johnny dijo...

Para un animal que se encuentre en algún sitio solo, sin ningún otro cerca, considera ese su territorio.

A parte está esa línea imaginaria que conceden los animales salvajes para no atacar, y que ellos ponen.

Por ejemplo, si un oso te ve a un Km de distancia, no corre a atacarte porque no te considera una amenaza, pero si estás a 50 mts sí. porque considera que estas invadiendo su espacio vital, ni mas ni menos; se podría decir, que es la ley de la supervivencia.

Es muy típico ver como los massay paséan por la sabana con los leones a unos metros determinados, y ellos saben que aunque vigilen tus movimientos, no atacan,pero son conscientes, que si sobrepasan esa distancia, se te echarán encima.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

La territorialidad innata en los animales no lo digas muy alto no vaya a ser que a alguno se le rompa sus esquemas de que la propiedad debe ser abolida.

Johnny dijo...

con la que está cayendo como sumemos el tema político que se asocia con los toros, con la territorialidad de estos, la tenemos liada jajaja

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

A fin de cuentas todo es política, y lo que no es, es porque los politicos no se han percatado.