
"Es increíble el número de los ignorantes que se dedican a hablar y escribir de lo que no conocen"
He visto este comentario el el blog de un polémico cura, seguro que todos sabéis de quien hablo.
Llevo tiempo sin pulular por los blogs y por curiosidad me dio por entrar en este para echarme unas risas, y como no, me reí de lo lindo.
Solamente vuelvo a poner el post, porque me doy por aludido.
En su post, dice muchas cosas, lo que pasa es que no habla de lo fundamental, ya que tiene tantos datos escritos y una basta bibliografía, es extraño que no comente nada acerca de la prueba del carbono 14.
Claro, no interesa, ya que este personaje solo busca crear polémica para que lean su blog.
Bueno, lo vuelvo a poner y ya me contareis.
Un saludo.
Este sudario, que se guarda en Turín, es uno de los iconos más famosos de la Iglesia Católica.
Se supone que es la tela que envolvió a Cristo en el sepulcro. La prueba de la tridimensionalidad de la imagen, con la que se defiende su auntenticidad, se publicó en Applied Optics en 1984. Se puso un hombre ante una copia de la tela y se midió la distancia de separación en trece puntos para establecer na correlación entre las manchas de la sábana y la forma del cuerpo.
Fué imposible hacer coincidir la figura del rostro y la cabeza con el modelo humano. Algunos puntos distorsionaban el resultado, así que se eliminaron. Y como la correlación no funcionaba, modificaron los valores para que cuadraran.
A simple vista, ya se reconocen anomalías en la anatomía que revela la tela: asimetría facial, un cráneo deforme y piernas y tobillos en una posición imposible. La espalda, anormalmente plana, y los brazos y dedos, demasiado largos, son síntomas de una enfermedad del tejido conectivo llamada sindrome de marfan.
Además, la cabeza sangra de manera irreal, en finos hilos.
El microanalista Walter Mc Crone estudió en 1978 muestras del sudario y en las supuestas manchas de sangre descubrió restos de pigmentos utilizados por los artistas medievales. Por otra parte, con la prueba del carbono 14 se estimó su creación entre 1260 y 1390, en perfecto acuerdo con la primera aparición de la reliquia.
